domingo, 20 de marzo de 2011

El profesor que enseña a decir no

Sabio y prudente como Saramago,Sampedro ha vivido muchas vidas en una sola. Siempre a favor de la paz y la justicia, el profesor Sampedro se calienta rápido con las cosas que le calientan: todo lo que ataque a la paz y la justicia. Por eso se entendía tan bien con José Saramago. Como el Nobel portugués, sabio y prudente, vehemente y contenido. Sampedro y Saramago, casi riman. Los sabios nunca desaparecen, como sobreviven las palabras. Mientras sus enseñanzas estén entre nuestras lecciones, "cabal" no desaparecerá del diccionario.

Sampedro está estos días encendido, después de escribir el prólogo de ¡Indignaos! (Destino), para la edición en castellano del vivo panfleto de Stéphane Hessel. Porque hay que educar a decir que no. Como lo decía Raimon en la canción: Diguem, no. "Así acabo el prólogo. Fue una idea de mi mujer [Olga Lucas]. Pueden obligarnos a hacer las cosas, pero no con nuestra conformidad ni con mi entusiasmo. Y si puedo minar el pasadizo, lo minaré; y si puedo explotarlo, lo explotaré".

Un trayecto incansable

José Luis Sampedro es la hoguera blanda a la que uno acude a secar las dudas. Quizá porque tenga respuestas para todo, quizá porque haya vivido varias vidas en una sola. Quizá porque sin sus lecturas uno es un trozo de carne, una flecha sin arco. De Barcelona a Tánger antes de la Guerra Civil; del Ejército republicano al Ejército rebelde; de Santander a Madrid, donde realiza Ciencias Económicas; de subdirector general del Banco Exterior de España a catedrático de la Universidad Complutense de Madrid; de las universidades de Salford y Liverpool a la norteamericana Bryn Mawr College, de la Real Academia Española a presidente honorario no ejecutivo de la empresa Sintratel, de nuevo con José Saramago.

Estar en los márgenes

El largo trayecto del profesor humanista lo resumía en su discurso de ingreso a la Real Academia Española, titulado Desde la frontera, en el que reconoció que sus andanzas intelectuales siempre anduvieron por caminos al margen de los cenáculos de lo oficial: "Quizás esa marginalidad me haya hecho el favor de dar a mi obra por lo menos alguna autenticidad, valor que siempre ambicioné sobre todos". Sampedro es uno de los reflejos que todavía brillan en la tan maltrecha diversidad cultural de nuestros días.

Ha merodeado recientemente por el Teatro Bellas Artes de Madrid, para presenciar el estreno de La sonrisa etrusca, bajo la dirección de José Carlos Plaza, con Héctor Alterio y Julieta Serrano como protagonistas. Cuando publicó el libro en 1985 confirmaba el éxito que había logrado con una de las sorpresas literarias de los ochenta: Octubre, octubre, una novela de compleja estructura escrita para la España de la Transición, a pesar de que la llevara trabajando muchos años antes. El autor utilizó el vitalismo de la historia de amor de Lus y Ágata para recuperar la cultura internacional cegada en este país durante la dictadura.

Con el alegato de una vida natural, libre y comprometida por delante, Sampedro ha recuperado en su tercera madurez los gérmenes rebeldes y libertarios que permanecían latentes. Lo que no puede desaparecer.

Fuente: Público

miércoles, 2 de marzo de 2011

Tras la pista de los patos (de goma) náufragos

Un periodista estadounidense reconstruye en un libro la aventura de 29.000 juguetes que se cayeron de un carguero en el océano y flotaron durante años.- Su destino sirvió a los oceanógrafos para estudiar las corrientes marinas



Probablemente al principio tuvieran miedo. Una cosa es una bañera. Otra, el océano. Pero finalmente debieron de cogerle gusto, dado que algunos siguen dando vueltas por el globo 19 años después. Ahora, los 28.800 patos amarillos (la mayoría), castores rojos, ranas verdes y tortugas azules de plástico que en 1992 cayeron de un barco que navegaba por el Pacífico, hasta podrían volver a encontrar a sus antiguos amigos. Ni que fuera Perdidos. El periodista estadounidense Donovan Hohn ha reconstruido, en su primer libro Moby Duck (que se puede adquirir en Amazon) trayectos y destinos de la mayoría de los juguetes y de otros objetos que flotaron por el mar, en una mezcla de ternura, picos sonrientes, corrientes oceánicas y polución. "Tenía que ser un trabajo corto. Me ha costado sin embargo cinco años y viajes por todo el planeta", cuenta el autor por teléfono desde Nueva York.

El 10 de enero de 1992 una tormenta sorprendió cerca de las Islas Aleutianas a un carguero que cruzaba el océano Pacífico de Hong Kong a Washington. 12 contenedores cayeron por la borda, uno se abrió y llenó el mar de miles de juguetes producidos por la compañía china First Years Inc. Los animalitos se dispersaron, presas de las corrientes oceánicas. Un naufragio conmovedor que una compañía de coches aprovechó años después para un vídeo publicitario. Pero desde el principio el asunto cogió también otro camino, más serio.

Varios oceanógrafos se dieron cuenta de que los patos que tocaban tierra solían desembarcar en determinadas zonas. Hasta llegaron a realizar un mapa que se basaba en las corrientes y reconstruía los trayectos de navegación de los patitos. El oceanógrafo y cazador de juguetes náufragos Curtis Ebbesmeyer encontró el punto exacto en el que el container se había caído. Y, según contó a The Independent, aprovechó los movimientos de los juguetes para estudiar el giro oceánico (una gran corriente constante y circular) del Pacífico Norte, entre Japón, Alaska e Islas Aleutianas, descubriendo por primera vez que un objeto tarda tres años en completar el ciclo.

En 2005 Hohn, fascinado por esta aventura, empezó a tirar del hilo. Su investigación le llevó a contactar con Ebbesmeyer, del que recibió una sorprendente respuesta: "No puede cazar a los patos por teléfono. Tiene que salir de casa y buscar", como publicó The New York Times. Hohn le tomó la palabra. "Primero fui a China, a la fábrica donde construyeron los patos", explica. Y luego empezó a recorrer los sitios del mapa. Escocia, Hawai, incluso cogió un crucero para viajar por el mar Ártico. Una larga ruta con un imprevisto agradecido: "En una playa escondida y desierta, en Alaska, encontré a un castor de plástico, escondido bajo un árbol. No contaba con que a lo largo de mi ruta hallaría a uno de los animalitos".

El castor, que en un tiempo fue rojo y ahora es más bien blanco, está en su casa. Pero, ¿cómo puede estar seguro de que sea uno de los miembros de la flota de juguetes? "Por la marca, el color, el material. Hay pruebas ciertas. En cambio después de los primeros hallazgos se desató un entusiasmo por el que todo el mundo decía que había encontrado uno de los animalitos famosos".

La mayoría de los patos han acabado en las playas del mapa, tras un viaje largo y peligroso. Según Hohn, "la imagen más encantadora de todo esto es la de un minúsculo pato amarillo que desafía en solitario al océano salvaje". Muchos le han ganado el pulso a la naturaleza, a costa de perder su color original y están a salvo, en casas de coleccionistas o cazadores casuales. Centenares de juguetes sin embargo se han deteriorado y han acabado hechos pedazos. Pero "debe de haber cientos que todavía están flotando", sostiene Hohn. Y cuenta: "Varias veces me he imaginado estar tumbado en la playa y de repente ver aparecer en el horizonte un patito amarillo". Ese patito sería hoy 19 años más viejo y tendría el pico sonriente de quien ha sobrevivido al océano.




Una armada de objetos

Los patos no están solos. Uno de los objetivos del libro Moby Duck es llamar la atención sobre el problema de los objetos que se caen de los barcos y acaban dañando al medioambiente y al mar, degradándose o hundiéndose a lo largo de los años. Las cifras, según Hohn, son significativas: "Hay cientos de containers y en consecuencia miles de objetos que acaban en el océano cada año. Un cifra exacta es imposible dado que las compañías de transporte marítimo no están interesadas en contabilizarlo. A menudo estos incidentes pasan desapercibidos. En mis búsquedas me he encontrado con estimaciones de más de 10.000 objetos al año".

Un caso ejemplar se dio en 1998, cuando un carguero perdió en el Pacífico 407 contenedores. "Contenían de todo: bicicletas, teléfonos inalámbricos, ropa. Las consecuencias para el medioambiente son muy dañinas", sostiene Hohn. El daño proviene también de tierra, de los objetos abandonados en el mar. "Los más frecuentes son botellas, juguetes y zapatos".

Fuente: El País

viernes, 25 de febrero de 2011

Ellos las prefieren jefas

Siete de cada diez trabajadores españoles prefieren estar supervisados por una mujer. Los hombres sin hijos, los mandos peor valorados


El 69% de los trabajadores españoles mayores de 35 años prefiere tener un jefe que sea mujer en vez de un hombre ya que, en su opinión, las jefas favorecen la conciliación de la vida familiar y laboral, según se desprende del Barómetro de Conciliación Edenred-IESE, un estudio elaborado conjuntamente por Edenred y la Escuela de Negocios de IESE.

Según el estudio, hasta los 35 años, el nivel de satisfacción con el equilibrio entre trabajo y familia es muy parecido tanto si el jefe es de sexo masculino (65%) como si es una mujer (68%). Sin embargo, a partir de los 35 años, la satisfacción es mayor si el jefe es una mujer (69%) frente a un hombre (62%), un porcentaje que se incrementa a partir de los 50 años, cuando se produce una gran diferencia en el equilibrio entre vida profesional y familiar con un jefe (65%) o con una jefa (81%).

En líneas generales, los más satisfechos con la integración trabajo-familia son los hombres cuyo jefe es una mujer (75%), por delante de las mujeres con jefa (72%) y respecto a aquellos hombres cuyo jefe es un hombre (66%).

Los jefes con hijos son mejor valorados por sus subordinados con hijos, sobre todo si el jefe es una mujer (23% de empleados muy satisfechos), pero también si es un hombre (12%), frente a los jefes masculinos sin hijos (9%).

El estudio también concluye que los hombres sin hijos son los jefes peor valorados por sus empleados con y sin hijos (11%), frente a las jefas sin hijos (16%). Por su parte, los empleados sin hijos afirman estar más satisfechos con el equilibrio trabajo-familia si la jefa no tiene hijos (17%) que si los tiene (11%).


En cambio, por lo que se refiere al reconocimiento del desempeño, los hombres se sienten igual de reconocidos si su jefe es un hombre que una mujer, mientras que las empleadas afirman sentirse más reconocidas en su trabajo si su jefe es una mujer (54%) que si es un hombre (43%).

Por franjas de edad, los empleados más jóvenes, entre 18 y 24 años, son los menos críticos con sus superiores (9% muy críticos), mientras que los de 35 a 39 años y los de 40 a 49 años son los más críticos con sus jefes (un 17% y un 19%, respectivamente).

La encuesta también analiza otros factores que intervienen en la satisfacción, la motivación y el compromiso de los empleados españoles hacia sus empresas. Entre las principales conclusiones, destaca el hecho de que los trabajadores más satisfechos con su puesto de trabajo son aquellos cuya motivación no es únicamente ganar dinero, sino que valoran otros aspectos como el ser útiles a los demás.

Fuente: La Opinión

lunes, 21 de febrero de 2011

Los MBA de IESE, ESADE, IE y EADA, entre los mejores del mundo según Financial Times


Financial Times ha hecho público su ranking `The 100 top full-time global MBA programmes´ en el que Barcelona con tres escuelas (IESE, ESADE y EADA) sigue conservando un destacadísimo lugar como ciudad puntera del conocimiento en esta materua. España, con una escuela más (IE) conserva a cuatro entre las 100 mejores del mundo.

El MBA de IESE ha conseguido escalar dos posiciones y entrar en el top ten del ranking con los mejores masters en administración de empresas; por su parte, el IE Business School se mantiene también entre las diez primeras.

Fuera del top ten, encontramos dos escuelas españolas más. El MBA de Esade, a pesar de haber descendido dos puestos, se ha situado en la vigésimo primera posición y EADA que es la cuarta clasificada nacional, cuyo master vuelve a situarse entre los cien primeros, en el puesto 84. David Parcerisas, presidente de la Fundación EADA, señala que: `Tenemos que ser conscientes que nuestro trabajo no tiene los recursos, el entorno o la dimensión de muchas de las excelentes escuelas del ranking, pero se demuestra una vez más que la calidad no depende de la dimensión y en EADA debemos continuar siendo innovadores en nuestras metodologías´.

La clasificación general sigue liderada, por tercer año consecutivo, por la británica London Business School, aunque comparte el primer puesto con Wharton, de la Universidad de Pensilvania.


Fuente: http://www.equiposytalento.com/

viernes, 28 de enero de 2011

Adaptabilidad y Comunicación, lo más valorado por los empresarios para contratar


La capacidad de trabajar en equipo, la adaptación a nuevas situaciones, la habilidad de comunicación y el conocimiento de lenguas constituyen las cualidades más valoradas por los empresarios europeos a la hora de contratar trabajadores con estudios superiores, según una encuesta Eurobarómetro.

El Eurobarómetro publicado por la Comisión Europea (CE) pone de manifiesto que casi el 50% de las empresas de dimensión internacional identificó el conocimiento de lenguas extranjeras como la "habilidad más importante para el futuro".

Según la comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou, los resultados muestran que las empresas tienen en cuenta una "amplia mezcla de habilidades" a la hora de contratar nuevos trabajadores.

Además, expresó su compromiso de "apoyar los esfuerzos de los Estados miembros para mejorar la educación superior y profesional, así como la promoción de oportunidades de estudio y trabajo en el extranjero".

La encuesta Eurobarómetro muestra que la experiencia laboral previa es considerada un valor crucial por un 87% de los empresarios, cifra que casi dobla el porcentaje español, que se sitúa en un 49%.

Ante la pregunta de qué currículum universitario elegiría, el 39% de los empresarios responde que aquél que incluya un periodo de prácticas en sectores específicos como parte integrante del programa de estudios.

A pesar de ello, sólo el 12% de las empresas afirma cooperar con frecuencia con las universidades en el diseño de programas de estudio.

Sin embargo, hay más cooperación en lo que respecta a la contratación de titulados universitarios.

Cuando se les pregunta sobre la mejor manera de cooperar con las universidades, los empresarios muestran gran predilección y preferencia por los programas de prácticas (51%), seguidos de la contratación directa por parte de las universidades.

Más de 7.000 reclutadores que trabajan en empresas públicas y no públicas en 31 países (UE-27, Noruega, Islandia, Croacia y Turquía) fueron entrevistados por teléfono para realizar esta encuesta, que se llevó a cabo entre el 30 de agosto y 7 de septiembre de 2010.


Fuente: Cinco Días

jueves, 20 de enero de 2011

Está bien reírse de uno mismo, con un límite: Hollywood


"No pongan corsé al humor"

El cómico tiene licencia para ser muy corrosivo... en el mundo anglosajón - Solo el público puede fijar el límite del buen gusto

La edición digital de El jueves daba la bienvenida al humorista Ricky Gervais con el titular "Ha nacido una estrella" sobre una foto del británico fumándose un puro con llamas al fondo. Subtítulo: "Gervais vs. Hollywood, Globos de Oro 2011". Hasta ahora, todo el mundo daba por descontado que los británicos son maestros de la ironía ("burla fina y disimulada"). Desde la explosiva manera en que el comediante Ricky Gervais condujo la ceremonia de los premios cinematográficos, el domingo pasado, el planeta entero ya sabe que son también maestros del sarcasmo ("burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a personas o cosas"). Porque lo que hizo Gervais, con mejor o peor gusto -eso siempre es opinable- no está muy lejos de lo que los británicos llevan haciendo como quien dice desde siempre. Pero no en todos lados se pueden hacer chistes sobre todo o casi todo. Hollywood es el único límite a las bromas en Estados Unidos. El humor israelí es salvaje. Y en España nadie admite más límites que el sentido común y la autocensura pero infinidad de temas en los que se ceban los humoristas anglosajones no aparecen ni por asomo.

Los muñecos de Spitting Image destrozaron en los ochenta y los noventa a los políticos británicos del momento, pero su éxito no se basaba tanto en la ironía fina y los juegos de palabras, sino en sarcasmo puro y duro, en llevar la sátira política (sátira: "Discurso o dicho agudo, picante y mordaz, dirigido a censurar acremente o poner en ridículo a personas o cosas") al extremo, con un impacto enorme gracias a la televisión.

A los británicos no les gusta el humor grueso, el meramente chabacano ("Sin arte o grosero y de mal gusto") pero adoran la valentía del sarcasmo. Sobre todo si, como en el caso de Gervais, lo ejerce en presencia de los afectados y estos son parte de la élite. En este caso, de la élite de la industria cinematográfica.

En EE UU está bien reírse de uno mismo a discreción, pero hay un límite a las bromas: Hollywood. El escándalo del comediante Gervais, que no volverá a presentar la gala de entrega de los Globos de Oro después de burlarse de los actores que tenía enfrente, no es ninguna novedad. Chevy Chase ya tuvo un tropiezo similar en su incursión como presentador de los Oscars en 1988. Así comenzó su monólogo: "Buenas noches a la falsa comunidad de Hollywood". No volvió a aquel escenario.

Tampoco es probable que regrese Chris Rock, después de sus ácidas críticas en 2005. Rock hizo el mismo tipo de bromas que Gervais: "A la gente de por aquí les gusta decir que hoy en este teatro hay 100 estrellas de Hollywood. Pues no. No es verdad. Solo hay cuatro estrellas. El resto son solo famosillos. Clint Eastwood es una estrella. Tobey Maguire es un chaval en mallas [en referencia a su papel en Spiderman]". El comediante, afroamericano, hizo algo que incrementó la incomodidad de su público: añadió conciencia social a sus bromas. Se llevó a un cámara a las puertas de un cine en un barrio de mayoría negra y les preguntó a los asistentes por las grandes estrellas de Hollywood y sus lustrosos estrenos de aquel año (El Aviador, Million dollar baby, Ray). Nadie tenía ni idea de qué estaba hablando.

En Gran Bretaña, hay límites, por supuesto, pero los marca la autocensura. Allí jamás se hubiera secuestrado una publicación por ridiculizar al heredero de la corona y su cónyuge como ocurrió en España con la caricatura del príncipe Felipe y Leticia en la portada de El Jueves.

Eso no significa que guste todo. Cuando el humorista escocés Billy Connolly se mofaba en 2004 de Ken Bingley, un ciudadano británico secuestrado por Al Qaeda en Irak, mucha gente se lo reprochó silbándole en el teatro Apollo de Hammersmith, en Londres. Un espectador le abroncó por bromear con un asunto de vida o muerte y Connolly le envió a la mierda. Pero a nadie se le ocurrió prohibirle que repitiera la broma, ni siquiera cuando Bingley fue efectivamente decapitado. La prensa criticó ferozmente su mal gusto, pero el castigo queda en manos del público, que siempre tiene el derecho de ignorar al humorista que se pasa de la raya.

La gran diferencia entre lo que hizo Connolly y lo que ahora ha hecho Gervais es que uno se mofaba de un pobre hombre a punto de morir y el otro se ha mofado de un puñado de hombres y mujeres ricos, guapos e influyentes.


Humor israelí


El humor israelí es bastante salvaje. Programas televisivos como El quinteto de cámara (1993-1997) o actualmente Qué país maravilloso han abordado con un sarcasmo sin límites temas tan terribles como el Holocausto o el bombardeo sobre Gaza en el invierno de 2009.

El quinteto de cámara hizo un sketch en el que se ironizaba sobre la abusiva utilización del Holocausto por parte de Israel. Dos atletas israelíes que participaban en una carrera en Alemania exigían salir con varios metros de ventaja sobre los demás competidores. Cuando el árbitro, estupefacto, se negaba, los israelíes invocaban el Holocausto y la película La lista de Schindler y acusaban a la organización de antisemitismo. Al final, evidentemente, conseguían la ventaja.

También fue polémico un sketch del mismo programa en el que un grupo de judíos de Varsovia organizaba una fiesta que concluía en las cámaras de gas de Dachau, con el exterminio de los participantes.

Lo más brutal emitido dentro de Qué país maravilloso fue un sketch durante el bombardeo de Gaza. En un momento absolutamente crítico, en el que las víctimas palestinas del bombardeo se contaban por centenares, los guionistas decidieron iniciar su sátira con una retransmisión de la guerra al estilo de un programa deportivo, en el que cada muerto palestino se celebraba como un gol. Acto seguido, la cosa derivaba hacia una parodia del festival de Eurovisión en el que cada país europeo votaba el número de muertos palestinos que le parecía permisible. Italia "autorizaba" hasta 800 muertos. Luego votaba Alemania, que subía hasta 6.000 muertos, con gran alborozo del público israelí. Entretanto, se intercalaban otras imitaciones: un líder de Hamás mostraba una guardería en la que criaba niños para utilizarlos como escudos humanos, y el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, justificaba el bombardeo de un parvulario palestino por el hecho de que en el tejado no estaba escrito en hebreo que se trataba de una escuela.

Humor español es descafeinado

Comparado con Israel o el mundo anglosajón, el humor español es descafeinado. Los comediantes argumentan que nadie, ni ellos ni el público, está acostumbrado, porque no hay tradición, porque la mentalidad es otra... "El humor de los anglosajones, sobre todo de los ingleses, es más ácido y están más acostumbrados. Lo ves claramente en programas como Little Britain (de la BBC). Nosotros somos como más pacatos. En Spitting Image sacaban a Margaret Thatcher meando de pie, eso aquí sería impensable", afirma Joaquín Reyes, ahora con Museo Coconut en el canal Neox. Según Reyes, Gervais "se pasó, no fue dando palo, zanahoria, palo... había cosas muy duras como lo que dijo de los actores cienciólogos". El humorista opina que debe haber límites, los que pone el cómico. Y añade: "Siempre he tenido la libertad que he querido". Eso sí, admite que a veces envidia algunos programas del Reino Unido o EE UU.

El humor una cuestión de libertad de expresión en Gran Bretaña

Los británicos ven el humor, por canalla, grotesco o de mal gusto que pueda ser, como una cuestión de libertad de expresión. Cuando el Gobierno del entonces primer ministro Tony Blair propuso legislar contra aquellos que se mofaran de la religión, los primeros que pusieron el grito en el cielo fueron los humoristas, encabezados por el polifacético y genial Rowan Atkinson. Atkinson defendía así el derecho a criticar a cualquier religión igual que se puede criticar cualquier tendencia política. Ya hay leyes que permiten perseguir a quien difama, no hace falta proteger en especial a la religión, denunció entonces.

América VS Hollywood: La polarización de la sociedad estadounidense

"El humor ha sido un instrumento que ha forjado a América", afirmaba Constance Rourke (1885-1941), pionera en estudios de cultura popular y autora de El Humor americano: un estudio del carácter nacional. "Su objetivo -como el objetivo inconsciente de una ciudadanía desunida- parece haber sido el de crear nuevos lazos, una nueva unidad, la imagen de una sociedad y la culminación cíclica de una tipología americana", escribió. En galas o discursos los norteamericanos tienden al chiste, cuando las circunstancias lo permiten.

Con ese fin nació en los años veinte la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, en la que los propios presidentes han dado rienda suelta a su vis cómica, sin poner límites a los temas que se podían tratar. "Este ha sido un año de altibajos para todo excepto para mis cifras en las encuestas de popularidad, que solo han bajado", dijo Barack Obama en 2009. "Da igual, da igual, en mi país de nacimiento todavía soy muy popular", añadió, burlándose de los grupos radicales que dicen que nació en Kenia o Indonesia y no en Hawai.

Otra cosa es Hollywood. No le gusta ni que se burlen de la industria ni que se incluya conciencia social alguna en las bromas, pero existe toda una maquinaria comercial en torno a los chistes sobre asuntos espinosos. La comediante Sarah Silverman no conoce límites: ni el aborto, ni la raza, ni el sexo o las enfermedades venéreas. En 2001 enfadó a la comunidad asiática al referirse a ellos como "chinks", una palabra peyorativa en inglés. Sobre todo bromea, sin embargo, sobre los estereotipos judíos, desde la comodidad de ser judía. En una ocasión dijo, como si hablara de cintas de porno: "Tengo en casa mucho material sobre el Holocausto. ¿Sabes qué? Mucho de ese material es hardcore".

De ese humor ha nacido toda una factoría de contenidos políticamente incorrectos, en perfecto contraste con la corrección política norteamericana. De él se nutren series animadas como Padre de familia. Para muchos, esta cruzó la fina línea del insulto el año pasado al convertir en protagonista de un episodio a una supuesta hija de Sarah Palin con síndrome de Down. Un hijo de la líder republicana, Trig, padece ese trastorno. El crítico de Newsweek Joshua Alston afirmó entonces: "No es gracioso, aunque no te guste Palin o no estés de acuerdo con sus políticas".

La polarización de la sociedad estadounidense favorece un tipo de humor muy específico, intrínseco a EE UU, asegura la profesora Sharon McCoy, vicepresidenta de la Asociación de Estudios de Humor de América. "Los humoristas presentan sus bromas de un modo en que cada miembro de la audiencia puede interpretarlo como desee. Juegan con una ambigüedad que jamás fuerzan hasta puntos demasiado extremos", explica.

Ricky Gervais, en la entrega de los Globos de Oro

Al español Ignatius Farray, que tomó ese nombre en homenaje al irrepetible protagonista de La conjura de los necios, Gervais le habría defraudado si en los Globos no hubiera actuado como lo hizo. "Fue fiel a sí mismo y a los que le siguen". Farray, que es uno de esos seguidores, cree que "el cómico tiene el privilegio y el deber de cruzar los límites". Lo cual, precisa, no quiere decir que todo vale: "La comedia con mayúsculas es una revelación que abre los ojos".

Este profesional que actúa en bares y teatros da un ejemplo que, cuando se le ocurrió (al hilo de una campaña de la Iglesia contra el aborto), le pareció una "burrada" pero que luego incluyó en su repertorio: "Dicen que se protege más a los linces que a los niños. Es verdad. Yo nunca he oído de ningún cura que se haya follado a un lince". Dice que fue muy aplaudido cuando lo estrenó, en unas fiestas de pueblo. Sostiene que "uno descubre a veces que es más mojigato que el público". Está convencido de que los españoles aceptarían (y disfrutarían) un humor más fuerte.

"El sentido común es el único límite" de Vaya semanita (ETB-2), según explica su director, Javier García de Vicuña. "El programa nació con intención de poner en solfa lo que nos rodea porque a los vascos se nos ha acusado de tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos". Uno de los protagonistas de esta noche es "Patxi de Arabia". El lehendakari López está de viaje oficial en Emiratos Árabes Unidos.

Fuente: El País

miércoles, 19 de enero de 2011

Cosecha cultural excelente ante la crisis

Que la evasión es un magnífico antídoto contra la crisis no es noticia. Pero, por si a alguien todavía le queda alguna duda al respecto, aquí está el 2011 para disiparla. El año que comienza llega cargadito de buenas oportunidades para la emoción, el placer y, en resumidas cuentas, el entretenimiento. Y eso, a pesar de que los creadores, como el resto, también se han tenido que apretar el cinturón. Vean si no.


Este será, por ejemplo, el año en el que descubriremos en las librerías una nueva novela de Juan Marsé y la última -¿definitiva?- obra inédita de Roberto Bolaño. En el que llegarán a los cines el Tintin de Spielberg, lo más reciente de los Coen, el desenlace de Harry Potter y el reencuentro de Almodóvar y Antonio Banderas. En el que recalarán con su música en Barcelona Bon Jovi, los rockeros más taquilleros del 2010, y el ídolo de masas adolescentes Justin Bieber, y -ojo al dato- Julio Iglesias debutará, a los 67 años, en el Liceu. En el que Raimon, Madonna y Lady Gaga sacarán disco, en el que Àlex Rigola se despedirá del Lliure para dar paso a Lluís Pasqual y en el que el románico catalán viajará por primera vez a Madrid.Actuarán en Galicia cantantes como Luis Eduardo Aute, María Dolores Pradera, Rodrigo Leáo, Mercedes Peón, Rosa Cedrón con Cristina Pato, o David Bustamante



¡Ah! Y el cuché también tendrá su miga, claro. Anoten. Vendrán al mundo el primer vástago de nuestra pareja del celuloide más guapa y más hollywoodiense y los gemelos de los herederos al trono danés. En el capítulo realeza habrá en este 2011 otras fotos imprescindibles para la hemeroteca de los colorines. A saber, las bodas principescas de Guillermo de Inglaterra y de Alberto de Mónaco.

Pero, aún hay más. La oferta sigue y no le irá mal al lector disponer de algunas pistas. Lean, a continuación, un repaso, necesariamente sucinto, de lo que nos deparará el año en los diversos ámbitos de la cultura y, en general, el esparcimiento. Certezas e incógnitas incluidas.

Literatura

Los editores y los libreros empiezan el 2011 con dos dolores de cabeza, Por no mencionar la preocupación por el descenso del 10% en las ventas. La causa del primero no es nueva: el miedo a la piratería, que ha retrasado la explosión del libro electrónico, que, ahora sí, ya se intuye inminente.

Se les encienda o no la bombilla a los responsables de la industria del libro, la cosecha literaria del 2011 se presenta excelente y augura que compradores no faltarán. Ahí están, ya en la imprenta, nuevos títulos de Murakami, Martin Amis, Ian McEwan, Eduard Punset y la novela póstuma de quien es posiblemente el mejor cronista del desánimo de la sociedad norteamericana, David Foster Wallace, que se suicidó hace dos años con 46 cumplidos.



Cine español muy internacional

El cine y la música, además del libro, son los otros sectores de la cultura sangrados por la piratería en la red. Es de esperar que el nuevo año nos traiga la aprobación de la ley Sinde, que sosegará por fin a autores y a empresarios. Pero, garantías jurídicas al margen y por lo que respecta a la producción, el catálogo de películas y discos del 2011 es espectacular. Empecemos por el cine.



Los estrenos españoles tendrán un toque internacional. Dos de nuestros jóvenes -aunque ya no lo sean tanto- valores, J. A. Bayona y Juan Carlos Fresnadillo, vuelven con filmes rodados fuera y actores de relumbrón que hablan inglés. Naomi Watts y Ewan McGregor están en el reparto de la cinta del director catalán y Clive Owen y Daniel Brühl, en la del canario. También Icíar Bollaín filmó en el extranjero, en Bolivia, con el mexicano Gael García Bernal y el enorme Luis Tosar, que figura en el cartel de otra película del año, la nueva de Jaume Balagueró.

Madonna frente a Lady Gaga

Habrá en el mercado discos nuevos de las dos superdivas del pop, la consagrada Madonna y la fulgurante Lady Gaga. Se aguarda asimismo con gran expectación el retorno de Amy Winehouse, cuyas estrafalarias andanzas en estos últimos tiempos han captado más la atención de la prensa cardiaca que de la musical. Y están de enhorabuena los fans de Coldplay y de REM, cuyos nuevos trabajos saldrán pronto. Y los de U2 que se preparen, porque el grupo de Bono cocina desde hace meses el material para su próximo álbum.
En Galicia volverán el ciclo de Jazz de la Fundación Barrié de la Maza, la VI edición del Iberojazz...



Danza, Ópera, exposiciones de Nova Caixa Galicia

También vendrán a Galicia compañías de danza como Mómix o el Ballet de Víctor Ullate, orquestas como la Concertgebouw Chamber Orchestra, la Filarmónica de Moscú, o personalidades la soprano, compositora y directora de orquesta Pilar Jurado, además de lo mejor de la cartelera teatral del país y de las compañías gallegas. Además, habrá exposiciones dedicadas al escultor Mario Marini, los grabados Suite Vollard de Picasso o los fondos del Kunstmuseum de Bonn.





Fuente: www.elperiodico.com